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Llegó la hora de la prueba del ácido (PROCESO ELECCIONES INTERNAS DEL PRI PARA LA GUBERNATURA DE JALISCO, 2005)

Francisco Morales Aceves, se afianza en el tercer lugar.- "Ninguna medición previa puede suplir a las elecciones"

Listo para la prueba del ácido o "la prueba con la sociedad", Francisco Morales Aceves se dijo con mucho optimismo para que al momento que la militancia del PRI y la sociedad misma evalúen y emitan su voto por el precandidato que desean para que abandere la búsqueda de la gubernatura de Jalisco por el tricolor, él logre la cosecha de una siembra de muchos años y que ha hecho por todos los rincones políticos de la entidad. "Vamos a la prueba del ácido, a la prueba con la sociedad, quien expresará a quién necesita, a quién quiere y a quién espera como candidato", dice, entrevistado en el auditorio Plutarco Elías Calles, en la sede estatal del PRI, a donde acudió para escuchar la lectura de una carta que otro de los aspirantes, el senador Raymundo Gómez Flores, entregó para dar a conocer que renunciaba a la contienda.

"Me parece que es una respuesta a algo que él se había planteado inicialmente. Creo que es una demostración de honestidad, de probidad política, porque él empeñó su palabra de que si no tenía las preferencias electorales suficientes que le garantizaran la candidatura, él presupondría además que no tendría los activos suficientes para ganar la gubernatura del estado. Y es un gesto de una gran responsabilidad estrictamente personal", opina Morales Aceves, para quien la súbita salida de Gómez Flores lo afianza todavía más en el tercer lugar en que lo colocan las encuestas.

"Yo he tenido una respuesta excelente por todo el estado y no hay una sola de las organizaciones a las que acudo donde no tenga ese aliento y calor que me dan mis más de 40 años de militancia en el partido. Además, no hay que desestimar a los electores, la militancia está muy atenta a nuestro historial, a nuestras capacidades y experiencia. Yo nunca he sido motivo de escándalo ni de nota roja, yo he tenido una vocación de servicio por el partido y por la sociedad y allí están los hechos que serán los que avalen las conductas".

Y en esa comparación, obligatoria en toda contienda, Morales Aceves ratifica que saldrá bien librado, pues en la valoración de lo bueno y lo malo serán las historias de cada uno de los contendientes las que determinen el juicio del elector.

EL OCCIDENTAL 12 DIC 2005

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ÁCIDO, PRUEBA DEL

Se refiere a la máxima prueba a que se sujetan los metales preciosos: resistir los ácidos para comprobar su autenticidad. Como metáfora, se aplica en contabilidad a la operación de medir la capacidad de una empresa (activos) para pagar de inmediato sus pasivos. De ahí el término se ha extendido a otros campos, como el de la política, para nombrar una prueba crucial, determinante, que tiene que pasar un político; por ejemplo, cuando participa en una elección se dice que enfrenta la "prueba del ácido" de su popularidad.

Es en este sentido, que se aconseja a los aspirantes a un cargo público a que se sometan a la "prueba del ácido" antes de buscar una candidatura; de este modo, verificarán que podrán ser capaces de ganar los votos suficientes para obtener la victoria y que carecen de un pasado que pueda ser revivido para derrotarlos.